lunes, junio 30, 2008

FLIPO




Polémica mundial por el uso del popular medicamento para aumentar la performance deportiva. Al ser un vasodilatador, permitiría a los atletas llevar más oxígeno a los músculos, lo que puede ser una ayuda nada despreciable. No está incluido entre las sustancias prohibidas.


Madrid- Viagra, la droga para mejorar la potencia sexual que cambió la vida de millones de personas, está saliendo de la cama para meterse de lleno en otro mundo, el del deporte y el doping. “Todos mis atletas la tomaron, es más fuerte y mejor que la creatina”, dijo recientemente Victor Conte, dueño del laboratorio Balco en San Francisco, eje del mayor escándalo de doping de los últimos años, el que acabó con la carrera de Marion Jones.


La Viagra dilata los vasos sanguíneos para llevar más sangre al pene y mejorar así las prestaciones sexuales del hombre. Pero los expertos creen que ese mismo proceso lleva más oxígeno y nutrientes a los músculos, y que puede ser una ayuda nada despreciable para disciplinas de explosión como la velocidad en el atletismo.


“Cada vez que se incautan drogas prohibidas puedes estar seguro de que también se encontrará Viagra y Cialis”, explica Christiane Ayotte, jefa del laboratorio de Montreal, la ciudad sede de la Agencia Mundial Antidoping (AMA).


El Cialis es un producto similar a la Viagra. Según varios expertos, su utilización mejora el rendimiento del deportista en condiciones de altitud y elevada contaminación.


Pekín, sede dentro de pocas semanas de los Juegos Olímpicos, es una ciudad con importantes niveles de polución, a tal punto que el etíope Haile Gebrselassie renunció a correr el maratón allí. “No quiero morir”, explicó el mítico atleta.


La Viagra tiene una gran ventaja para los deportistas: es legal, no es una sustancia prohibida. Ayotte dice que detecta regularmente Viagra y Cialis en la orina de deportistas.


“La AMA está monitoreando esta sustancia, como hace con muchas otras, y financia un proyecto de investigación acerca del potencial de mejora del rendimiento que ofrece el sildenafil (principio activo de la Viagra) a diferentes alturas”, dijo a la agencia dpa Frederic Donzé, jefe de comunicaciones de la AMA.


“Es una decisión de la AMA en la que el COI no tiene nada que ver”, dijo hoy a dpa el alemán Thomas Bach, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional (COI).



Pero los procesos en la AMA son lentos. El código mundial antidoping acordado en noviembre de 2007 en Madrid recién entrará en vigencia el 1 de enero de 2009, y el proyecto dirigido por el profesor Rundell en la Universidad de Scranton, en Estados Unidos, no ofrecerá sus conclusiones hasta fines de este año.


Los efectos de la Viagra en el deporte de alto rendimiento vienen siendo discutidos desde hace tiempo.“Científicamente la única prueba de que el Viagra mejora el desempeño deportivo ocurrió en grandes alturas, por eso se decidió no incluirlo en la lista”, explicó a DPA el brasileño Eduardo de Rose, presidente de la comisión médica de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa). “Difícilmente se disputará un partido de fútbol en el Everest”, ironizó.


Ese efecto a grandes alturas determinó que Israel esté analizando entregar a sus pilotos en la Fuerza Aérea píldoras similares a la Viagra para rendir mejor a bordo de sus cazas, en tanto que un grupo de científicos argentinos comprobó en hamsters que el sildenafil permite recuperarse un 50 por ciento más rápido del “jet lag” tras un largo vuelo.


Los científicos no terminan de ponerse de acuerdo en cuanto al efecto que la pastilla genera en deportistas, aunque parece estar claro que a alturas importantes permite mejorar notablemente las prestaciones: un estudio realizado hace dos años presentó mejoras del rendimiento de hasta un 15 por ciento en la mitad de los ciclistas que tomaron la pastilla antes de una competición en altura.


A nivel del mar no tiene efecto, aunque eso, a muchos, parece no importarle: Roger Clemens, el pitcher de los New York Yankees investigado por perjurio en un caso de doping, tenía siempre Viagra en su taquilla del vestuario.


Al padre del ciclista italiano Andrea Moletta, suspendido el mes pasado del Gerolsteiner por sospecha de doping, se le encontraron 82 pastillas de Viagra escondidas en tubos de pasta dental durante el Giro de Italia.


Mientras el mundo del deporte decide si la píldora azul es doping o no, todo indica que es mejor ser prudente con lo que se toma: en septiembre de 2007 se descubrió en el Reino Unido que un empresario chino había introducido pastillas tres veces más potentes que las “oficiales”, un verdadero peligro para cualquier persona con problemas cardíacos.

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