sábado, mayo 03, 2008

TRANQUILOS CHICOS, RONNIE ESTÁ BIEN



Ronaldinho se fue de fiesta la víspera de Old Trafford





Son las 5.15 horas en Castelldefels y Ronnie está lejos de dar por acabada la fiesta. A 1.400 kilómetros, sus compañeros duermen antes de enfrentarse al Manchester United, partido que puso fin al proyecto que un día lideró. A esa hora el astro brasileño ya se despojó de su camisa blanca, y baila reaggeton con bellas mujeres en la discoteca Sandunguita.
Siete horas antes, a eso de las 22.30, Ronaldinho cena con seis amigos en el restaurante Casanova Beach Club, donde disfruta de un rodizio brasileño con chuletas de cerdo, vacío y picanha. De postre, un suculento bufet de tartas. De beber, clara y vino. El delantero y compañía llegan al Sandunguita a la 1.15 horas en dos Range Rover. Todos lo esperan.
Es lunes y hay fiesta brasileña en el local, un reducto caribeño de Port Ginesta, cerca de Castelldefels. Pide cerveza, y todos los presentes, muchos brasileños, posan su mirada en su figura alta, musculosa, con cinta oscura en el pelo, camisa y camiseta interior de tirantes blancas, jeans y zapatillas blancas.A las 2.00 h., Ronaldinho canta, toca los timbales y la pandereta. Hasta media en una pelea. Y baila sin parar, sin rastro de la lesión de aductor. Tiempo de quitarse la camisa. Con su camiseta de tirantes y rodeado de bellas mujeres, demuestra su arte como bailarín.
"Cierra a las cinco", dicen. Pero pasada esa hora la Sandunguita sigue abierta, y Ronaldinho, bien acompañado, muestra la sonrisa que hace tiempo no enseña en las canchas.

Comment (1)

Oye: ¿Y a tí qué te parece esa gente que después de toda la semana currando aprovecha la festividad del 1 de mayo para sacar a los hijos de paseo para llevarlos al campo de entrenamiento del Barça?

Me los imagino desayunando en familia y diciendo: "Venga niño, espabila, que nos vamos a insultar a los jugadores del Barça".

"Es que no hay derecho"...

"Blablabla..."

"Peseteros, mercenarios,... hijos de puta", dicen ellos, que lo he visto por la tele.

Esos mismos que en el aeropuerto, en las recepciones de los hoteles, en los parques públicos, pegan, empujan, matarían por un autógrafo de cualquiera de ellos... incluso del propio Ronaldo de Assis Moreira.

¡Qué curioso es el mundo del futbol!